Programación doble : Meteora y Sólo los amantes sobreviven.

Este fin de semana, el azar nos ha brindado dos magníficas películas, vecinas de sala de proyección (Cines  Princesa), pero en las antípodas estilísticas, narrativas e ideológicas. Son dos historias totalmente distintas: Meteroa y Sólo los Amantes Sobreviven.

          Meteora ,seguramente el film más original que se proyecta actualmente, la vimos mientras se celebraba el partido España-Holanda en el Mundial. Cuando entramos el encuentro iba 1-0 a favor de España. Cuando salimos el resultado era de 5-1 a favor de Holanda ¡Toma ya!.Todo eso que perdieron los malamente resignados seguidores del partido. ¡Y todo eso que ganamos nosotros!.Consecuentemente con tales circunstancias, éramos seis  personas en la sala. Tres que resultaron ser griegos, un individuo solitario, y nosotros dos. Una pena para los exhibidores, a la par que un privilegio para nosotros , pues era poco menos que un pase privado.

         

Disfrutamos mucho con Meteora . Nos gusto y
nos sorprendió notablemente. Me vino, además, muy bien por un asunto en el que me hallo involucrado, y que tiene que ver con la ilustración y narración de historias a través de dibujos. Todo un estímulo y ejemplo el estilo inclasificable de las escenas de animación de Meteora. Gran ejemplo de narrativa hermosa, sobria y cargada de significado.

Sólo los amantes sobreviven  (Only lovers left alive) la vimos el sábado, en una sala del mismo complejo, algo más grande  y con un público más numeroso y joven. Entre ellos tienen muy buena acogida las películas de vampiros .En este caso, y por fortuna de calidad muy superior a las habituales juveniles. El estilo y la magia de esta película son grandes y admirables. Es interesante, profunda y a la par divertida. Me ha sorprendido el inteligente sentido del humor de esta original historia de vampiros, recreada en una atmósfera de gusto y atractivo vampírico que resultan insuperables y a los que te entregas sin reserva. Cuando disfrutes de esta hermosa y muy “cool “ película, amarás eternamente las guitarras eléctricas y el rock gótico de fúnebres resonancias. Y no descansarás jamás hasta conocer Tánger y Detroit.

Manuel Fonseca