viernes, 31 de julio de 2015

AMY




Si alguien sigue debatiéndose si  el talento se nace o se hace, saldrá de toda duda tras ver Amy: un talento como el de Amy Winehouse se nace, no cabe duda.
Su increíble voz y sus composiciones revelan el don natural de una persona extremadamente sensible, apasionada  y con un gusto musical excelente y muy maduro: desde niña ya era una apasionada del Jazz.
El documental de Asif Kapadia nos recuerda la revolución que supuso la existencia de Winehouse en el mundo de la música, una jovencísima Amy que irrumpió en la escena musical y dejó boquiabierto al mundo.  Pero también nos muestra la persona sensible y divertida que fue Amy, la chica joven que plasmaba sus vivencias personales en las letras de sus canciones, que vivía sus experiencias con tanta intensidad que necesitaba transformarlas en  música para poder asimilarlas;   y cuyo sentido del humor, lleno de ironía y sarcasmo te acerca más a ella, a su excepcionalidad y a su sencillez, puesto que con todo lo dicho anteriormente, Amy era una chica de barrio.
Entre toda esa genialidad musical y un estilo de vida destructivo encontramos con pena a una niña desprotegida, necesitada de cariño y de atención, sin duda una persona que no tuvo buena suerte con la familia y las relaciones amorosas;  una persona que en lugar de recibir ayuda (demandada a gritos por sus actos)  lo que recibió fue un brutal  acoso mediático, cruel e inhumano.  
Es una pena ver el documental, pero –valga la redundancia- vale la pena

Anika