sábado, 4 de abril de 2015

Más sobre Fuerza Mayor



La controversia que esta excelente película plantea, sobre el imprevisible comportamiento humano ante una situación de peligro, es el primer factor para acercarse a ella. Significativa anécdota  de arranque que induce a meterse en la historia y sus consecuencias. No todo queda, afortunadamente, en un inquietante comienzo. El relato se configura en un desarrollo interesante , matizado y abierto a múltiples interpretaciones ,en el que van apareciendo variadas implicaciones de todos los sujetos que componen el conflicto. Las relaciones de  pareja, la de ésta con sus hijos,así como la repercusión social del drama que viven (en ese dorado a la vez que claustrofóbico refugio en la nieve) son analizados con acierto y penetración por el director. Imposible no recordar a Bergman en alguna de sus formulaciones de relación de pareja (todo lo sueco en cine es natural que se parezca a Bergman ).



La película está contada en planos que escudriñan la psicología, los miedos y las dudas de los personajes, presidido por esa mesura emocional y buenas formas que presuponemos en la educación nórdica. Pero en medio de tanta corrección la procesión va por dentro , y el estallido también llega, no se sabe bien si para solucionar o distorsionarlo todo.

Las imágenes y el escenario son tan hermosos como fríos. Desprenden una innegable calidad, sobria y contundente en los interiores y plena de belleza amenazadora en los exteriores.
En medio de esta maestría y perfección técnica manifiesta en todos los aspectos del filme, sólo esgrimiría en contra un uso de la música ( excelente música, por otro lado ) como subrayado de unas imágenes potentes y no necesitadas de amplificación alguna. No creo que este aspecto comprometa la calidad general de la película, pero es la única pequeña pega que yo le he encontrado. Creo que contribuye a estandarizar algunas secuencias que, tratadas más secamente ,resultarían más penetrantes.

Este soberbio filme sueco hubiese sido perfecto ganador al oscar a la mejor película de habla no inglesa, por su calidad y rotundidad. Si bien es cierto que competía con Ida ( la que ganó ) y Relatos Salvajes. Este año estaba muy reñido.

    Manuel Fonseca