sábado, 18 de julio de 2015

Aprendiendo a conducir


Mi afición por el buen cine español (que lo hay, y en mayor cantidad y calidad de lo que se aprecia en general) no me ha inducido a comprender la propuesta de Isabel Coixet, directora estimable en muchos aspectos y con algunos logros muy reconocibles ;pero que en este caso se ha quedado en la superficie de una comedia tonta, sin el mínimo riesgo o atisbo de originalidad, y en la que asoman con demasiada evidencia lo que ella parece que hubiese querido (¿Quizás un trasunto de Woody Allen?).Porque si ella no lo ha pensado, a nosotros se nos ocurre de inmediato, desde la ciudad que enmarca la historia (que no todas las películas que se ruedan en N.Y. tienen porqué parecer del reconocible y admirable director neoyorquino) hasta retazos (bastantes) del mismo argumento que te lleva irremediablemente a recordar al personaje protagonista de Maridos y Mujeres. Verdaderamente ha pasado mucho tiempo desde esa estupenda película de principios de los 90, pero muchos no la hemos olvidado. 

No obstante, parecerse a Woody Allen y plasmar parecidos conflictos no sería demérito alguno si el resultado hubiese sido algo más “fuerte” (en todas las acepciones del término) de lo que Aprendiendo a conducir nos muestra. A mi me da la sensación de que todo se queda flotando en una superficialidad que a duras penas pretende enmascararse de relación espiritual ,tántrica o como se quiera denominar (espiritualidad y ritualismo oriental ,es a lo que me refiero).Los conflictos sociales, de integración de inmigrantes, están también cogidos por los pelos y carentes de tesis a desarrollar. La vida amorosa de los esforzados protagonistas, es una verdadera pena ,a juzgar por los resultados en los que desembocan. 
Yo no quería ser tan negativo con Isabel Coixet, pues además de ser una directora ya consagrada , es una persona que me cae bien. Pero es que esto de decir lo que te parece una película, te lleva a estos derroteros ,y en vez de sincero, puedes acabar resultando grosero. No era esa mi intención,desde luego.Y sin pretender quitarle hierro a lo dicho, tengo que reconocer que la película se ve con (relativa )facilidad .Y aunque no sea lo mejor que se puede decir de una obra cinematográfica, se puede incluso pasar un rato agradable ,olvidándote de estos calorazos que nos están abrumando. 
Aprendiendo a conducir tiene ecos de Maridos y Mujeres y de In The Mood for love, dos obras que no me extrañaría sean de las preferidas por nuestra Isabel Coixet. 

Manuel Fonseca.