jueves, 25 de febrero de 2016

Carol



Seguramente sea muy buena ,tal y como la ha calificado la crítica en general. Es la típica película en la que parece fácil ponerse de acuerdo en cuanto a la bondad de sus valores cinematográficos :ambientación impecable, y notables interpretaciones ,acompañadas de muy buena música .Una historia sin desvíos, centrada en las consecuencias de la orientación sexual de la protagonista. Y una narrativa pausada que le concede un plus añadido de calidad, como la prueba irrefutable de que estamos ante una propuesta " de autor". Siendo cierto todo lo apuntado anteriormente, lo cierto es que Carol no acaba  de despegar como la gran película americana de este año, aunque es posible que sea muy reconocida en los Óscar de la presente edición.

Tratando de ilustrar una gran pasión, intrínsecamente sexual, la película resulta muy fría, de estilo académico. Yo pensaba en algo que he leído recientemente en una biografía de Woody Allen, en la que manifiesta que el cine evoluciona, desde hace bastantes años, gracias al impulso y las innovaciones del cine europeo. Y pensaba en esta Carol comparada con " La vida de Adele" (Abdellatif Kechiche. Francia 2013) y confrontando  solamente el abordaje de las relaciones sexuales explícitas en la película francesa, de una franqueza y un realismo sin ambages, y la visión de las mismas relaciones en la película que nos ocupa. La exposición de Todd Haynes resulta forzada, poco imaginativa y  posiblemente plagada de imposiciones por parte de las actrices sobre lo que pueden enseñar o no (o al menos a mí me pareció así).No acabas de creer en ningún momento que eso fuese una pasión irrefrenable.

La presencia de Cate Blanchett es arrolladora física y psicológicamente. Intimidante desde su irrefutable belleza y autoridad. Me recordó más a esas presencias masculinas insoslayables como Humfrey Bogart, que a cualquier estereotipo femenino conocido, aunque se tratase de mujeres de carácter. Carol Aird ha dado un paso más hacia la igualdad de géneros, y su presencia compite y supera cualquier presencia masculina que podamos calificar de intimidante. Indudablemente con una acusada elegancia, belleza y violencia inexistente ( dato que le confiere notable personalidad).

No he podido evitar la relación de esta historia protagonizada por dos mujeres, con otra reciente que es "Nadie quiere la noche"'de Isabel Coixet, y en la que también son protagonistas absolutas dos mujeres ( Incluso encuentro paralelismo en el divismo de la Blanchett y la Binoche).No es que las películas se parezcan en nada. Es la acogida tan dispar de la que han sido objeto ambas lo que llama mi atención ,a favor del filme americano ( claro) ,y que demuestra una vez más lo arrollador de la industria de Hollywood ,por su poderío en la distribución y exhibición, que anula propuestas dignas de mucha más consideración y éxito como la aludida de Isabel Coixet.

Se puede ver Carol. Es una película solvente. Aunque yo revisaría "La vida de Adele" y no me perdería, aunque sea en DVD, Nadie quiere la noche. Ambas nos hablan de relaciones entre mujeres con gran profundidad y realismo.


Manuel Fonseca