martes, 1 de marzo de 2016

El abrazo de la serpiente

La historia  de dos expedicionarios  que no llegaron a conocerse, narrada bajo la perspectiva del nativo Karamate en dos etapas de su vida, son el núcleo de este filme. Una visión antropológica y cultural de primer orden, pues a través del protagonista,último superviviente de una tribu, conoceremos sus creencias y rituales que para nada se pueden subestimar .Al contrario ,forman parte de la Religión y Ecología cultural necesarias para la adaptación del grupo a su entorno ambiental. Este cuidado y respeto del medio natural en el que viven es el que ha facilitado a Karamate la supervivencia en absoluta soledad. El cumplimiento de las normas que trasmite a los científicos ( por ejemplo : no comer peces si hay sequía ) es fundamental para la continuidad de la vida amenazada.

Lo más original y valioso de esta historia es la falta absoluta de maniqueísmo. En la mayoría de este tipo de relatos la dualidad: hombre indígena “bueno” / hombre blanco “malo “ (o viceversa ) es bastante frecuente. En este caso no ha lugar, porque tanto los exploradores como los indígenas se nos muestran como seres humanos que, aunque difieran en sus capacidades emocionales e intelectuales , están capacitados para aprender y transmitir los conocimientos de ambas culturas. El genocidio del pueblo indígena subyace, es inevitable; así como la crueldad de la colonización en la Amazonia , la destrucción de la Naturaleza para la obtención del caucho y los desmanes  en la misión católica de los capuchinos.

Otro tema interesante que nos plantea  la película, es la concepción tan diferente del tiempo. Si para nosotros el tiempo es una sucesión lineal de acontecimientos, para ellos son sucesos que se producen simultáneamente en mundos paralelos. De modo que Karamate no puede distinguir entre los dos científicos  a los que acompañó para buscar la planta medicinal. Siempre es la misma persona la que vuelve, una misma vida vivida a través de las experiencias de muchos hombres.

Realizada magníficamente por Ciro Guerra, a través de  una buena fotografía en blanco y negro que subraya el dramatismo de muchas secuencias, este notable filme semi-documental  está en la línea de “La sal de la tierra “de Sebastiao Salgado, tanto por la calidad de la imagen como por el valor de los temas que nos plantea.
El abrazo de la serpiente utiliza varias lenguas en sus diálogos, una forma de evidenciar la diversidad en el amplio mundo que vivimos, a la vez que contribuye a dar verosimilitud y realismo a la historia. Nunca los subtítulos se han percibido de manera tan natural como en este relato documental pleno de valores humanos y ecológicos.

María Berrocal.