martes, 23 de septiembre de 2014

Más sobre Boyhood


Si hubiese que dejar testimonio de la vida en sociedades urbanas desarrolladas en los primeros años del siglo XXI ( en una  hipótesis en  la que  una cápsula espacial contiene distintos testimonios de lo que se considera esencial para la comprensión de nuestra forma de vida ) ,esta película debería formar parte de tal bagaje. Pues describe y hace comprensible, con precisión y gran acierto, las complejas relaciones de una familia en un medio urbano. Y sobre todo el camino recorrido entre la niñez y el comienzo de la vida adulta de un individuo que se ha prestado a filmar su desarrollo real entre los seis y los dieciocho años : el admirable y adorable protagonista de Boyhood.

Los elementos de cultura más locales y discutibles ( como por ejemplo la relación de los abuelos —que realmente no lo son—y los nietos a través del arma de fuego y la Biblia : magnifica secuencia sobre el relevo cultural y generacional ) Linklater  los hacen comprensibles y universales. Toda la estructura dramática de la película tiene ese mismo recorrido: lo que podría haber sido local y anecdótico, se convierte, gracias a la maestría del director, en representativo de todos nosotros. Algo no siempre logrado en el medio cinematográfico y que en esta obra maestra lo consigue sobresaliente “cum laude “.



Manuel Fonseca.