A falta de
atreverme a manifestar rotundamente que
ésta película no me ha gustado (es mucha la presión que ejerce sobre uno la
crítica y personal especializado ,que la han calificado tan sobresaliente),hay
unas apreciaciones colaterales sobre este tipo de propuesta que si me gustaría
expresar y discutir.
1-. El primero
es la validez de este tipo de cine como obra artística incuestionable. Qué es
lo que el autor pretende de nosotros (aunque seguramente no pretenda nada).Si
es sencillamente hacerte reaccionar como quien recibe una patada en la
espinilla,e inmediatamente piensa que estaba mucho mejor antes de recibirla.O
pretende del espectador una reflexión más profunda y ponderada.El estilo
irritante en el que está servida la historia,daría pie a los dos tipos de
reacción.
2- El
envoltorio de cierto tipo de cine de calidad ,acaba siendo tan convencional
como el más manido y rutinario estilo cinematográfico. En el lado convencional,
todo es previsible y triturado para su fácil asimilación (y su rápido
olvido).En el cine con pretensiones culturales y altura
filosófico-socio-política,quizá por no caer en una suerte de maniqueísmo
conductista, el discurso es oscuro,deshilachado,hilarante, ajeno a cualquier
posibilidad de comprensión elemental, proporcionando una suerte de dilema
absurdo de tipo “Si se entiende fácilmente
no es bueno. Si se entiende mal o es directamente ininteligible,la
búsqueda de nuevas formas de expresión y complejidad están servidas”.
3.- El feísmo
de los escenarios y las imágenes, hasta provocar un agobio viscoso con la contemplación
de ese bosque en descomposición en el que transcurre una buena parte de la
historia, es otra cualidad inherente a este cine de gran calado. No sé cómo
serían posibles unas imágenes menos agresivas y desagradables sin caer en un
anuncio de vacaciones o perfumes.
4.- Viendo la
película no paraba de preguntarme por el papelón que les han asignado a Collin
Farrell y Rachel Weisz ( para nada de los que se entienden como de “oscar “).
Debe ser extremadamente difícil abordar unos personajes tan desprovistos de una
mínima expresión afectiva o emocional. Será un estilo de interpretación todo lo
“brechtiano “ que se quiera, y seguramente a la historia le conviene ese
distanciamiento, pero a los espectadores ( o a algunos como yo ) nos hace
sentir todavía más alejado del devenir de esos desgraciados seres, por los que
a tenor de lo visto no es conveniente sentir empatía y menos aún piedad. Yo
entiendo que la pareja protagonista se pasan la película poniendo cara de
póker, como si no fuese bueno saber lo que piensan, sienten o sufren.
Yo creo que se
me está notando que el filme no me ha gustado demasiado. Sin embargo, y buscando
el más difícil todavía como nos propone la misma película, no estoy seguro de
estar arrepentido de haberla visto. ¿ Masoquismo ? ¿ miedo de ser excluido de
un selecto círculo de entendidos ?. Soy practicante de deportes, y sé por
experiencia que después de una buena paliza nadando o en la bicicleta, que tú te
propicias voluntariamente, uno puede llegar a sentirse muy bien. La felicidad y
el bienestar pueden surgir de la forma más inesperada.
Manuel Fonseca
