Éramos cinco personas en la sesión
de 21'05 V.O en los cines Zoco de Majadahonda. Eso da una primera pista sobre
la vocación minoritaria de la película . Me pareció que el joven desparejado y
con mochila (el espectador 5) tenía aspecto de haberse echado una siestecita
durante la proyección. Por lo que sin cortarme lo más mínimo, decidí
preguntárselo :"Te has echado una cabezadita ¿Eh?". "¡No ,No...!
me contestó (con un cierto tono de sorna, creí apreciar).Lo que me ha
desconcertado es que a la mitad de la película, me ha parecido estar viviendo
el día de la marmota. No he entendido muy bien el sentido de lo que sucedía...y
ese desconcierto me ha durado hasta el final. “Yo soy socio de estos cines, y
veo 2 ó 3 películas por semana" me
dijo el chico, como queriendo argumentar que no se había metido en la
sala por equivocación. Aunque parezca frivolidad, este anodino diálogo da mucha
información sobre la estructura de la película. Y es que esta radical propuesta
cinematográfica, puede dar lo mismo para dormirla casi de un tirón (o al menos
en su reincidente segunda parte), como para apreciarla erigida en una muestra
de delicadeza y sencillez narrativa excepcionales, exprimiendo vida y
sentimientos, con la naturalidad de quien respira sin notarlo, o de quién lo
hace sin quererlo. Llegando a transmitirnos la sensación de facilidad de
ejecución, de que cada uno de nosotros
puede ser capaz de rodar una historia de
este calibre con la cámara del móvil y un par de personas que nos sean
próximas.
Desde luego que no tengo nada
claro que esto sea así de simple. Me
intriga descubrir lo que se encierra ante la apariencia de tanta sencillez y
simplicidad expositiva. También me ha hecho preguntarme lo que puede encerrar
el principio de "repetición" como elemento clave de su estructura
narrativa. Quizás "repetir" no sea tan fácil ni tan obvio...y puede
encerrar multitud de nimios matices que lo altera todo. Ciertamente, no creo
que una clase de filosofía de la percepción me hubiese sumergido tan
radicalmente en este tipo de consideraciones como lo ha conseguido "Ahora
sí ,antes no". Título que, si no corresponde a la traducción del original,
hay que reconocer que está muy bien
adaptado al sentido de filme. Es la
primera vez que tengo que hablar bien de una posible "retitulación"
de una película. Síntoma de que la obra de Sang-soo Hong te lleva por
imprevisibles derroteros.
No conocía de nada al director, e
inicialmente presumí que se trataba de un joven dispuesto a romper barreras
narrativas, después descubrí que se trata de un prolífico director con una
veintena de films. Definitivamente, alguien podría decir de él que es el
"Rohmer coreano", este ha sido con el único director con el que he sido capaz de relacionarlo. También
con el vídeoarte y con las propuestas más avanzadas de arte actual. Pues la
película te inocula la intriga de si lo que has visto es una obra de arte o una
tomadura de pelo.
¿Será esta duda
suficiente para estimular la visión de esta película?. No lo tengo nada claro.
Manuel Fonseca.