martes, 5 de julio de 2016

Rumbos





La noche y la ciudad de Barcelona es el escenario donde se desarrolla esta historia de historias. Son vidas cruzadas y conectadas sin saberlo los protagonistas.
No cabe duda de que la directora catalana Manuela Barló ha realizado un buen ejercicio de ritmo narrativo, de cohesión entre sus personajes y de realización en general. Añadiendo la peculiaridad de no utilizar ningún interior ( que no sea el de los vehículos ) y en contados momentos ,exteriores de la ciudad nocturna.

El factor común en todos estos seres que se trasladan, trabajan o deambulan en el vehículo, es la insatisfacción, la soledad, la perdida de horizonte…todos ellos intentarán mitigar sus angustias buscando algo parecido a la felicidad. Y mientras se suceden las historias dentro de los vehículos, llegamos a comprender que todos somos participantes de alguna manera de la trama global que nos plantea la directora.

En su conjunto el trabajo de los actores es bueno y coherente, destacando por su mayor presencia Karra Elejalde y Ernesto Alterio, sin olvidar la espléndida Carmen Machi y una estupenda Pilar López de Ayala.

Lamento, una vez más, que películas tan dignas como ésta no lleguen a tener el eco que debieran entre el público del cine español. Una vez más, se pone de manifiesto el escaso interés que tenemos por proteger nuestra industria.

María Berrocal.