La noche y la ciudad de Barcelona es el escenario donde se
desarrolla esta historia de historias. Son vidas cruzadas y conectadas sin
saberlo los protagonistas.
No cabe duda de que la directora catalana Manuela Barló ha
realizado un buen ejercicio de ritmo narrativo, de cohesión entre sus personajes
y de realización en general. Añadiendo la peculiaridad de no utilizar ningún
interior ( que no sea el de los vehículos ) y en contados momentos ,exteriores
de la ciudad nocturna.
El factor común en todos estos seres que se trasladan, trabajan o
deambulan en el vehículo, es la insatisfacción, la soledad, la perdida de
horizonte…todos ellos intentarán mitigar sus angustias buscando algo parecido a
la felicidad. Y mientras se suceden las historias dentro de los vehículos,
llegamos a comprender que todos somos participantes de alguna manera de la
trama global que nos plantea la directora.
En su conjunto el trabajo de los actores es bueno y coherente,
destacando por su mayor presencia Karra Elejalde y Ernesto Alterio, sin olvidar
la espléndida Carmen Machi y una estupenda Pilar López de Ayala.
Lamento, una vez más, que películas tan dignas como ésta no
lleguen a tener el eco que debieran entre el público del cine español. Una vez
más, se pone de manifiesto el escaso interés que tenemos por proteger nuestra industria.
María Berrocal.