La
La Land es luminosa, brillante, de una
belleza visual y musical excepcionales, con momentos tan emocionantes que
algunos espectadores no saben si romper a aplaudir y otros no pueden evitar que se les escapen unas
lágrimas. Tras un arranque arrollador, la película se revela
optimista, pero también
melancólica. Los protagonistas enamoran y creemos ver en ellos algún aspecto
con el que identificarnos. Mientras,
la ciudad de Los Ángeles nos muestra lo más atractivo y a la vez, lo más
miserable de sí misma.
Bajo una falsa apariencia de simpleza,
La La Land habla también de temas
más profundos: la consecución de nuestros sueños vitales, la imposibilidad de
alcanzar todos ellos, así como del individualismo de la sociedad y la
insatisfacción que nos produce, temas que nos conciernen todos, y no sólo a los
que intentan el éxito en el mundo del espectáculo.
Miguel Angel Jiménez
Miguel Angel Jiménez