Asghar
Farhadi en este último trabajo nos
ofrece toda su sabiduría cinematográfica en esta historia bien narrada, en la
que tanto el thriller como el drama están presentes como géneros. Sin olvidar
que, como buen cineasta, captura a la perfección el momento socio-económico de
su país: construcciones poco sólidas, edificios que se derrumban, pluriempleo,
etc, son realidades presentes y cotidianas.
El
desarrollo de la historia real y la representación teatral de la obra de Arthur
Miller “El viajante “, perfectamente insertada,
nos proporciona una visión de vidas paralelas a la vez que un profundo conocimiento sobre
la naturaleza humana. En efecto, el protagonista culto, educado, excelente
profesional y muy bien considerado, nos mostrará la otra cara llevando el drama
a su punto más álgido. Los personajes se moverán por el espacio, ya real o de
ficción, dejando al descubierto todas sus fracturas, y como en los grandes
dramas shakesperianos el azar intervendrá vulnerando el espacio íntimo y
propiciando el desarrollo de sentimientos que culminarán en la venganza.
Estamos
ante una obra en la que el espectador se mantiene en suspense hasta el final, y
que al margen de lecturas metafóricas percibimos la solidez de la construcción y densidad de la narración.
Una película que no debemos perder.
María
Berrocal