jueves, 8 de junio de 2017

Clash



Hay películas que lejos de proponer un relato sin fisuras, abordan una historia de modo apasionado y un tanto desorganizado, con una realización desde un punto de vista audaz, pero sometida a altibajos y cierta sobre dramatización, apoyándose en una excelente fotografía que sirve para vertebrar -e incluso evolucionar- el complejo sentido de la historia.
Tal puede ser un resumen apresurado de esta interesante, e incluso necesaria, película egipcia.
"La primavera árabe", en las distintas naciones en las que se desarrollaron, ha dado un resultado tan imprevisible, cuando no frustrante, que nos ha llevado a renunciar a su comprensión y a pasar página sobre un fenómeno que alumbró tantas esperanzas.
Clash nos propone una inmersión en el conflicto egipcio tras la destitución del presidente islamista Morsi. Un día de violentos disturbios (de los que hubo muchos más), un furgón de policía transporta, errante por la ciudad, una veintena de ciudadanos detenidos a los que no pueden llevar a ninguna parte porque las cárceles están a rebosar. Tal recorrido, alterado y conflictivo tanto por lo que ocurre en  la calles por las que deambula el asfixiante vehículo, como por los acendradas diferencias entre sus ocupantes, es el violento ( y quizás irresoluble ) enfrentamiento de ese muestrario de disparidades sociales y culturales en la que la película nos sumerge y sobre los que nos hace reflexionar.
Mohamed Diab aborda la historia con indudable pasión y apoyado en una excelente y compleja fotografía que subraya magníficamente el relato, dando incluso un vuelo simbólico en el tramo final del film, pues el cruce de láseres y fogonazos luminosos en caótica desorganización, son una palpable visualización del crudo, desconcertante y desesperanzador conflicto.
Imposible explicar lo inexplicable, que es lo que parece inherente a la historia que contemplamos sobrecogidos por tantos avatares.
Seguramente es su realidad imposible de racionalizar lo único claro y "explicable" de este dramático conflicto.


Manuel Fonseca.