Es
la primera buena sorpresa del cine español en esta temporada. Salvo los que
estén al tanto de su proyección en algunos Festivales de cine, la película
irrumpe con total sorpresa para el espectador, y creo que eso favorece para que
“El autor” se disfrute plenamente. Porque la primera consideración es el buen
rato que te hace pasar. Cometido nada baladí temiendo que con ese título, la
película podría derivar hacia un envoltorio más “de autor”(y sus
consecuencias).
No
sé si el planteamiento se podría calificar de clásico. De lo que no hay duda es
de que es diáfano y perfectamente comprensible, enganchando al espectador a una
historia nada alambicada en su planteamiento, pero que en su desarrollo
(primero de ribetes casi costumbristas y posteriormente escorada hacia un
desarrollo de thriller) nos va regalando matices, situaciones y derivas de la
historia que la van enriqueciendo y agrandando en todos los sentidos. Hasta
concluir en un desenlace inteligente y sorpresivo que denota lo bien urdido que
está el guión, basado en un relato de Javier Cercas.
No
vi Canibal, por lo que este es mi estreno con Manuel Martín Cuenca como
director. Creo que su labor es muy buena, diría que redonda, y en la dirección
de actores, más que sobresaliente. La interpretación de Javier Gutiérrez
supera, en mi opinión, todas las buenas y galardonadas que le conocemos. Es
sorprendente constatar cómo un actor de un físico casi anodino, tiene tal
capacidad de transmisión de emociones y tal poder de convicción: se gana por
completo al espectador construyendo un relato tan entretenido como inteligente
que no debiera perderse ningún aficionado al cine.
Manuel
Fonseca